Europa, luna de Júpiter, podría albergar vida bajo el hielo

Cuando la NASA convoca una rueda de prensa para dar a conocer algún descubrimiento, la comunidad científica siempre se prepara y hay mucha expectación. Esta vez era merecida pues se trataba de otro descubrimiento relativo a Europa, la luna del planeta Júpiter (el mayor de nuestro Sistema Solar), y que poco a poco y descubrimiento a descubrimiento se sigue postulando como el lugar cercano a nosotros donde es posible que lleguemos a encontrar, o pudiera mantenerse, vida tal como la conocemos en la Tierra.

Europa, luna de Júpiter

Lo que ha descubierto ahora la NASA, a través de observaciones del telescopio espacial Hubble, son géiseres de agua que alcanzarían hasta unos 200 kilómetros de altura sobre la superficie del satélite, que es de un tamaño apenas inferior a nuestra Luna. Sobre Europa se conocen bastantes informaciones, pero hasta ahora todo son deducciones científicas basadas en diferentes observaciones.

Europa, luna de Júpiter: toda cubierta de hielo

Europa Luna de Júpiter

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Europa, luna de Júpiter: detalle de la superficie

Se supone que la superficie de Europa está recubierta de hielo (agua congelada) que en la parte exterior ronda los -173º, pero que a medida que penetramos en el interior la temperatura va ascendiendo y llega un punto donde empieza a haber agua líquida. La corteza de hielo flota sobre el agua líquida y la mantiene a mayor temperatura, y por los análisis espectrográficos realizados en la distancia se supone que el agua es muy profunda y solo cerca del núcleo hay otros materiales sólidos, metales posiblemente. De hecho, la estimación de densidad del satélite de Júpiter ha permitido calcular la cantidad de agua que contiene ese enorme océano interno, y que sería entre dos y tres veces el agua que contienen los océanos de la Tierra… ¡mucha agua! Y la mayoría en estado líquido.

Si se confirma que las recientes observaciones son de emisiones de agua en forma líquida y gaseosa hacia el exterior, tendríamos otra prueba (siempre indirecta) de la presencia de agua líquida en el interior, con movimientos en las placas de hielo exteriores similares a los de las placas tectónicas terrestres, y con emisiones de vapor procedentes del interior del satélite, la zona metálica a mayor temperatura por la presión gravitatoria.

Europa, luna de Júpiter

«Si estas emisiones existen realmente, podrían suponer otra forma de tomar muestras de lo que hay bajo la superficie de Europa», afirmó Geoff Yoder de la NASA. Y es que todas las pruebas y teorías sobre Europa son eso, pruebas indirectas, y poder tomar muestras de esas emisiones facilitaría mucho una futura misión de exploración: evitaría la necesidad de posarse y taladrar el hielo.

Lo que quieren los científicos es confirmar sus sospechas, basadas en observaciones, de que el agua del interior no solo es líquida sino que contiene sales minerales, en parte debido a la combinación química con el núcleo, y por tanto podría ser un hábitat posible para microorganismos o quién sabe qué más. Porque al contar con una atmósfera muy tenue, la superficie está demasiado expuesta a la radiación cósmica y ahí la vida es imposible.

Europa, luna de Júpiter

Pero Europa no es la única luna con agua en el Sistema Solar: en 2005 la sonda Cassini observó emisiones como esas en Encélado, una luna de Saturno. La observación de las de Europa con el Hubble abre la puerta a una futura confirmación cuando sea lanzado el próximo telescopio espacial, que se llamará James Webb y se lanzará en 2018. Así lo afirmó Paul Hertz, director de la división de Astrofísica de la NASA en Washington: «Estas observaciones abren un mundo de posibilidades y estamos impacientes por ver lo que harán futuras misiones, como la del James Webb para continuar con estos emocionantes descubrimientos».

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