Un estudio confirma que el azúcar agrava el cáncer

Hace mucho tiempo que conocemos la relación que hay entre el azúcar y el cáncer pero hasta ahora nunca se había demostrado el que el azúcar agravase el cáncer. Ahora, después de un estudio de nueve años en el que se ha investigado la relación entre el azúcar y el cáncer, se han puesto de manifiesto algunas verdades incómodas. El cáncer ama el azúcar. Por fin se ha descubierto la prueba que demuestra la hipótesis Warburg. (Las células malignas tienen, típicamente, unas tasas de consumo de glucosa unas 200 veces mayores que las de las células normales que les dieron origen; y esto ocurre aún con un aporte pleno de oxígeno. Otto Warburg postuló que este cambio en el metabolismo es la causa fundamental del cáncer, hipótesis que actualmente se conoce como hipótesis de Warburg).

Cáncer y azúcar

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Cáncer y azúcar

 

La hipótesis de Warburg descubrió que los tumores convierten cantidades mucho más altas de azúcar en lactosa en comparación con los tejidos sanos. Así que el consumo de glucosa por parte de las células cancerígenas es muchísimo mayor que el de las células saludables. Lo mismo ocurre con la proporción en la que la glucosa se fermenta para convertirse en ácido láctico. Este fenómeno hacía tiempo que se conocía, pero hasta ahora no se había entendido si esto era un síntoma del cáncer o una causa potencial del mismo. No es lo mismo relación que causalidad.

El estudio ha estado liderado por el profesor Johan Thevelein. Se empleó levadura para conocer la relación entre la actividad Ras y el metabolismo del azúcar. (Las proteínas Ras junto con el gen que lleva el mismo nombre, son un conjunto de interruptores-reguladores moleculares muy importantes en una gran variedad de rutas de transmisión de señales celulares que controlan diferentes fenómenos. Tanto el gen como las proteínas RAS relacionadas, a menudo están alterados en los tumores malignos, provocando un aumento en la capacidad de invasión y metástasis). Los genes Ras están presentes en todas las células animales, incluyendo las células cancerígenas humanas. Las células de la levadura contienen las mismas proteínas Ras que se suelen encontrar en las células de los tumores, por lo que son perfectas para investigar la enfermedad.

Cáncer y azúcar

 

El equipo de investigadores descubrió que las proteínas Ras estimulaban la multiplicación de las células, tanto de la levadura como las cancerígenas. La levadura tiene una gran influencia en la glucosa y activa de forma clara a la proteína Ras, lo que provoca que las células crezcan a una velocidad desmesurada. Los investigadores confirmaron que si a las células cancerígenas se les da mucha glucosa crecen éstas se extienden más deprisa.

Nuestra investigación muestra que el consumo híper activo de azúcar llevan a las células cancerosas a un círculo vicioso de crecimiento y desarrollo. Esto explica la relación que hay entre la hipótesis Warburg y la agresividad del tumor”, dijo Thevelein.

Aunque el equipo ha realizado un gran avance en el campo de la investigación, esto no supone de ninguna manera que ya se haya logrado dar un gran paso adelante desde el punto de vista médico. Thevelein insiste en que los resultados no son suficientes para identificar la causa primera de la hipótesis Warburg, por lo que es necesario seguir investigando. Sin embargo, los profesionales de la salud podrán a partir de ahora formular dietas específicas para los pacientes de cáncer.

Quizá no es una noticia que “nos endulce el día”, pues se trata de otro punto negro en el expediente del azúcar. A lo mejor no es tan cierto el dicho de: “A nadie le amarga un dulce”.

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