Tesla Model 3: El coche (eléctrico) del pueblo

Vaya por delante una confesión “soy muy fan” (si se me permite la expresión) de Elon Musk, creador entre otras muchas cosas de Tesla y SpaceX. En esta ocasión vamos a ver un poco de cerca el Tesla Model 3, un coche del que probablemente dependerá el futuro (rosa o negro) de la compañía y que pretende cambiar la industria automovilística.

El Model 3 será el primer Tesla asequible pues hasta ahora el modelo más “barato” costaba 86.000 euros. El empresario sudafricano se permitió incluso decir: “A todos aquellos que han comprado un Model S o X, os damos las gracias por ayudarnos a pagar por el Model 3”. Elon Musk quiere popularizar el coche eléctrico en el planeta para ello el Model 3 se venderá en Estado Unidos por sólo 35.000 euros (31.000 euros). La venta comenzará en EE.UU pero la idea es conquistar el mundo. La compañía asegura que el vehículo es capaz de una autonomía de 350 km. Una cifra respetable que de cumplirse sería un buen paso adelante y, en condiciones ideales, permitiría ir con una carga de Madrid a Valencia para darnos un chapuzón y disfrutar de una paella. De ser ciertas estas cifras un conductor que haga 50 km diarios podría usar el coche toda una semana antes de tener que recargarlo.

400.000 pedidos

Tesla Model 3

Para reservar una unidad del Model 3 era necesario dejar una señal de mil dólares, euros o libras (dependiendo del país). En poco tiempo la compañía de Elon Musk recibió 400.000 pedidos, lo que ha supuesto una inyección de alrededor de 8.870 millones de euros. Que yo sepa, en la historia de la automoción no ha habido nunca nada parecido. La demanda está ahí ahora queda resolver la parte de la oferta. La compañía asegura que a mitad de año comenzará la producción del modelo para poder entregar las primeras unidades antes de que finalice 2017. De acuerdo con la página web española del fabricante, se estima que en nuestro país la entrega de las primeras unidades reservadas sea a partir de mediados de 2018. Tesla ha tenido ya problemas en ocasiones anteriores por no cumplir sus calendarios de entrega además de mostrar un control de calidad deficiente.

Arriba vemos una de las primeras imágenes en movimiento del Model 3, un vehículo que es casi como un unicornio porque muy pocas personas lo han visto.

Muchos especialistas han dicho que es casi imposible construir una marca automovilística global en la actualidad partiendo de cero pero Elon Musk está acostumbrado a nadar a contracorriente. Lo que está por ver es que no se ahogue en el intento. El riesgo es enorme pero, de lograrlo, Musk podría entrar en la historia del automovilismo por su contribución a la popularización del coche eléctrico. Un título que tendría que compartir con Carlos Ghosn, el presidente de la alianza Renault-Nissan. Tanto Musk como Ghosn reconocen que hasta que el coche eléctrico sea asequible y se venda por millones su impacto no se sentirá en el castigado medio ambiente. Es posible adquirir un Nissan Leaf (el coche eléctrico más vendido del mundo) por 25.000 euros. El esfuerzo de la compañía japonesa por “democratizar la electrificación” es digno de aplaudir.

Tesla, al igual que Musk, es una compañía con grandes planes. Los objetivos oficiales son producir 500.000 unidades en 2018 y llegar al millón en 2020. Muchos analistas son escépticos sobre la posibilidad de llevar a la práctica estos deseos pese a que el Model 3 ha sido diseñado desde el primer tornillo con la facilidad de producción en mente. Se trata de un vehículo mucho más sencillo que sus hermanos los Model S (deportivo) y Model X (SUV).

La cantidad de dinero que Tesla tendrá que invertir para fabricar y vender el nuevo modelo es ingente, tanta que si el proyecto fracasase podría arrastrar a la compañía. Elon Musk es optimista pese a que al mismo tiempo no ha dudado en declarar que se encuentra en un momento de su vida en el que el ganar dinero no es su objetivo número uno.

El Tesla Model 3 quiere ser una opción eléctrica para aquellos que incluso estén pensando en adquirir un BMW Serie 3 o un Mercedes Classe C. Aquí habría que incluir al Nissan Leaf, a finales de año llegará la nueva versión del coche eléctrico más vendido del mundo y todas las informaciones apuntan a que supondrá un salto cualitativo tanto en la eficacia de las baterías como en la tecnología relacionada con la conducción autónoma. Los coches se están convirtiendo en ordenadores con ruedas con una relación cada vez más estrecha entre el software y el hardware.

Gigafactory

Tesla Model 3

Las incógnitas sobre este modelo todavía son muchas, por ejemplo, ¿qué capacidad tendrán las baterías? Aunque si pensamos en los 350 km de autonomía declarados los más probable es que las baterías sean de 60 kW, con una potencia suficiente para minimizar lo que los sajones llama la “ansiedad de autonomía”. El Model 3 también podría contar con un sistema de carga rápida, que reduce de forma considerable el tiempo en las “electrolineras” (o en el enchufe de casa), aunque esta funcionalidad casi seguro será un extra que habrá que pagar como tal. En este aspecto el coche estará limitado por su pequeño (en términos relativos) tamaño, que hará imposible el uso de baterías de 100 kW al no haber espacio material para ello. Las informaciones apuntan a que medirá unos 4,6 metros de largo (más o menos igual que un BMW Serie 3 o un Mercedes Clase C).

Las baterías se producirán en la Gigafactory (la fábrica más grande del planeta) que Elon Musk tiene en las afueras de Reno (Nevada). Así se resuelve de un plumazo uno de los mayores problemas a la hora de producir decenas de miles de unidades de coches eléctricos: ¿Dónde conseguir una empresa que provea baterías de calidad a precios asequibles y en cantidades gigantescas? La Gigafactory es el edificio más grande del mundo con una superficie de medio millón de metros cuadrados. De acuerdo con Tesla esta infraestructura permitirá reducir de forma espectacular el precio de las baterías que es el mayor coste que hay que afrontar a la hora de producir vehículos eléctricos. La Gigafactory deberá estar en 2020 funcionando al 100 por ciento de su capacidad y se espera que su impacto sea tal que permitirá reducir en un 30 por ciento el precio del Model 3.

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