Apple Watch 2: justo lo que habíamos pedido
Muchas veces lees artículos que se refieren al Apple Watch como si hubiera sido un fracaso. En realidad, aunque sus ventas han caído desde el lanzamiento (como es normal en cualquier producto tecnológico y más en Apple con el ruido que se forma antes de que salga), el Watch es sin duda el reloj inteligente más vendido del mundo y según algunos analistas habrá representado para Apple unos ingresos de unos 10.000 millones de dólares en su primer año. Si eso es un fracaso, ya les gustaría a muchas empresas fracasar así…

Pero el primer Apple Watch tenía sus fallos. La interfaz era complicada y las aplicaciones lentas. La vida de batería era suficiente, pero no impresionante. Y parecía una solución buscando problemas porque, aparte de darte las alertas del móvil en la muñeca, ¿para qué servía?
Parte del problema es que Apple presentó el Watch como la próxima gran plataforma para ordenadores “personales” en el sentido de que los llevan las personas en el bolsillo (o la muñeca). La presentación se pareció mucho a la del iPhone centrándose en tres grandes temáticas: como un buen reloj, como un medio de comunicación, y para salud y deporte. De las tres, el Apple Watch era bastante bueno en la tercera, para deporte. Era un buen reloj, peor un mal comunicador. Que yo sepa nadie ha aprovechado sus posibilidades en ese sentido…
Con el nuevo Watch “Series 2” y, muy importante, el lanzamiento simultáneo de watchOS3, Apple ya tiene más claro para qué sirve, o qué es: un reloj para controlar nuestra salud y para ayudarnos al hacer deporte. Sí, todavía es un buen reloj y tiene un buen sistema de alertas, pero ahora todo el discurso se centra en el fitness. Como alguien me señaló, de las 47 imágenes de la presentación del Apple Watch Serie 2, solamente 12 estaban dedicadas a algo que no estuviera conectado con el deporte o la salud.
Apple Watch 2: más rápido, más largo… y más gordo
Si la mayor crítica al primer Watch se centraba en su velocidad (o falta de ella), con el nuevo no podemos decir lo mismo: es mucho más rápido. Apple dice que es un 50 por ciento más rápido y combinado con watchOS 3 (enseguida vemos eso) es mucho más usable.
Por fuera no ha cambiado mucho, el Serie 2 es un poco más gordito (0,9 milímetros para ser exactos). Esto, junto con otros cambios internos, ha permitido a Apple mejorar la batería que es ahora de 273 mAh en la versión de 42 mm (antes eran 205 mAh).
Pero ese aumento de la capacidad de la batería no se traduce en un gran aumento de su duración, aunque en uso normal descubrirás que te aguanta algunas horas más que antes. No es un reloj que puedas ponerte dos días seguidos para correr por ejemplo, pero sí que puedes sacarle un día y medio, algo que puede ser muy útil si por lo que sea estás sin cargador una noche, o según cómo te pille el fin de semana fuera de casa y sin un cargador a mano.
Por dentro tiene un nuevo motor ‘Taptic’ que vibra de forma más pronunciada, y tiene un segundo micrófono. Ese segundo micrófono sirve para algo importante, y solo para eso: permite que Siri sea mucho más precisa con el Watch Serie 2 de lo que era antes. Me alegra que Apple haya detectado ese problema, porque yo siempre tuve muchos problemas para conseguir que Siri me entendiera a la primera con el Watch original, que era claramente peor que el iPhone en eso, y uno se preguntaba de qué servía llevar el Watch en la muñeca si a veces tenías que terminar sacando el iPhone del bolsillo porque le reloj no te entendía… Con el nuevo Watch esto está casi arreglado, digo casi porque por algún motivo todavía comete más errores al reconocer tu voz que el iPhone, pero es mucho mejor que antes (y más rápido, que también ayuda a no desesperarse).
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