¡Deja que la Fitbit Charge 2 te ponga en forma!

Fitbit lo ha conseguido. Tengo metida en la cabeza la idea: «Da 10.000 pasos cada día e intenta dar cada hora 250». Pero ahora estos mensaje no vienen solos, la Fitbit Charge 2 te mete caña cuando te ve pasivo e incluso te invita a relajarte para bajar las pulsaciones con ejercicios de respiración. Te da consejos, pero no llega a ser molesta y las alertas no insisten. Está en tu mano levantarte y andar…

Prueba de la Fitbit Charge 2: ¡Hasta siempre, Charge HR!

Hace pocos meses me compré una Fitbit Charge HR y me gustó, pero me dejó un sabor agridulce. Los modelos más recientes de Fitbit (Alta o Blaze) son bonitas y personalizables, y la Fitbit Charge HR parecía un dinosaurio en comparación… aunque era un dinosaurio con las prestaciones que le pides en 2016 a una pulsera fitness.

Mi flamante Fitbit Charge HR estuvo poco tiempo conmigo, murió ahogada mientras hacía natación en una piscina. Sí, soy de esos que no lee las instrucciones de uso… Bueno, era.

Sinceramente, mi primera reacción fue la negación… No podía creer que una pulsera de actividad no fuera sumergible, ni siquiera un par de metros. Estas pulseras están hechas para que las lleves siempre encima y que te las quites solo cuando vas a cargarlas. Si te la tienes que ir quitando y poniendo según el momento o la situación, al final acaban siendo uno más de esos «artilugios» que duermen para siempre en un cajón. 

Me gustaría imaginar que alguien en Fitbit me leyó el pensamiento y añadió algunas cosas que siempre son bien recibidas, porque la Fitbit Charge 2 ha corregido prácticamente todo lo que no me gustó (tampoco es sumergible), y sabe evitar además tener algunas cosas que a veces acaban sobrando cuando alguien pretende hacer algo que sirva para todo (y no acaba haciendo nada del todo bien). 

Sigue leyendo para descubrir por qué la Charge 2 se encarama a lo más alto de las pulseras de fitness que han pasado por nuestras manos.

Prueba de la Fitbit Charge 2: Diseño

Fitbit Charge 2 aplicación móvil

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Fitbit Charge 2 Prueba

En la última generación de las Fitbit ya había un modelo Charge y una Charge HR. Eran idénticas, salvo por que la HR tenía, como las siglas indican, un medidor de ritmo cardíaco (o Heart Rate en inglés, de ahí las siglas, claro) y costaba unas decenas de euros más. Ahora Fitbit lo ha simplificado y no hay más que una Charge que, como es la evolución, se llama Charge 2 pero trae de serie el monitor de ritmo cardíaco.

La verdad es que es un acierto. Si lo que querías era una pulsera que solo midiera pasos, las Fitbit Flex o Alta ofrecían parecida funcionalidad por menos precio (Flex) o el mismo (Alta), con lo que la Charge original tenía poco sentido. Ahora su sucesora tiene un hueco natural en la gama Fitbit, de hecho es la más barata de las que ofrece seguimiento de tu ritmo cardíaco durante las 24 horas del día.

Fitbit Charge 2 Prueba

En cuanto al diseño, la Charge 2 viene a ser una mezcla de la Charge original con la Alta. Mantiene la correa de goma grabada de la Charge, pero añade una pantalla OLED (como la Alta) y su nivel de personalización. Puedes cambiar la correa y con ella elegir de qué color llevas tu pulsera, basta soltar un par de clips metálicos por debajo.

Estos pequeños cambios en la práctica son un mundo, y de hecho borran de un plumazo mis quejas del modelo anterior. Es más cómoda, abulta menos, muestra información útil de un vistazo, y si te cansas de su diseño o color es fácil cambiarlo con otra correa.

La pantalla de la antigua Fitbit Charge era pequeña. Aunque Fitbit sigue optando por mostrar una sola información al tiempo, la pantalla más grande de esta Charge 2 es una gran mejora. Basta tocar la pantalla para ir pasando entre pasos, ritmo cardíaco, distancia recorrida, calorías quemadas, escaleras subidas, minutos activo y actividad por horas. Mientras tanto, la hora y fecha están siempre en la parte superior, con lo que su función como reloj siempre está ahí (parece obvio pero hay modelos en que no es así y me parece muy molesto mirar la muñeca tener que tocar algo para ver qué hora es). Al final, la evolución es muy bien recibida porque hace de esta Fitbit un dispositivo atractivo, la pantalla mayor además te permite recibir notificaciones básicas de texto, llamadas recibidas, etcétera, con lo que tiene funcionalidades más allá de pulsera de fitness y se acerca a las de un reloj inteligente.

Fitbit Charge 2 Prueba

El solitario pulsador sigue estando ahí, pero ahora actúa como botón cuando quieres hacer algo, por ejemplo poner en marcha el cronómetro, empezar una medición si vas a correr, o meditar con ejercicios de respiración.

Sigue leyendo: Prueba de la Fitbit Charge 2: prestaciones y vida de batería…

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