GoPro Karma: un dron “normalito” para una gran cámara

Hubo mucha expectación después de que GoPro dijese que iba a hacer el dron GoPro Karma (999,90 euros), su dron propio por lo que los clientes de GoPro ya no tendrían que utilizar drones ajenos a la compañía. El nuevo modelo se beneficiaría de la experiencia de GoPro que lleva años produciendo las mejores cámaras de acción del mercado, aunque ahora el reto era diferente: fabricar un dispositivo volador.

El primer intento de la compañía al producir un cuadricóptero se reveló algo problemático, pues se retiró de la venta al poco tiempo de lanzarse y fue necesario inspeccionar las unidades ya en manos de los consumidores por motivos de seguridad. Mientras tanto DJI, la empresa rival, no dejaba de tener éxito y su gama de drones era cada vez mayor.

GoPro Karma

Imagen 8 De 8

GoPro Karma

 

El modelo Mavic Pro de DJI demostró que se podía ofrecer la capacidad de filmar en vuelo vídeo en calidad 4K con un aparato que fuese seguro en el aire y que además tuviese una gran cantidad de funcionalidades en un diseño compacto. El DJI Spark ofrece serias prestaciones en un dron que sólo pesa 300 gramos.

GoPro Karma: Características y diseño

El modelo Karma vuelve a estar a la venta y es un directo rival del Mavic Pro (1.199 euros). El dispositivo de Go Pro plegado cabe en una mochila. Junto con la cámara de acción GoPro Hero 5 Black (que se vende aparte) es capaz de filmar en 4K. El Karma es mucho más que un dron con una cámara pegada. Si compras todo el paquete, incluido el estabilizador Karma Grip tienes una cámara de acción, un dron y una videocámara profesional.

La mayor ventaja del GoPro Karma es su sencillez. Desde cargarlo y configurarlo a usarlo en vuelo por primera vez. Este es el dron que más fácil me ha resultado de usar, es un placer verlo volar. El sistema está dividido en tres: el dron en sí mismo, la cámara y el aparato de control remoto. Este último cuenta con una pantalla integrada de LCD de cinco pulgadas por lo que no necesitas ponerle un móvil. La cámara se alimenta de la batería de 5.100 mAh del dron. Así que para empezar sólo te tienes que preocupar de cargar dos cosas.

Uno de los mayores engorros con otros sistemas es mantener las diferentes piezas cargadas: el dron, el aparato de control remoto y tu móvil o tableta. Incluso el cargador ha sido muy bien diseñado y cuenta con dos entradas, una para la batería del dron y luego un puerto USB Tipo C.

GoPro Karma

Una vez que se han cargado las dos piezas hacer que vuele el modelo Karma es un juego de niños: enciendes el control remoto, enciendes el dron, tocas la pantalla para conectar ambos y aprietas el botón de “start” que hay en el mando de control remoto. El dron Karma comienza a mover sus rotores y queda flotando a una distancia segura a la espera de instrucciones. Y esto es todo amigos. No hay que instalar apps, no es necesario estar conectando diferentes dispositivos o trastear con cables. Hay muchas funcionalidades con las que jugar a las que se accede a través de la pantalla táctil que hay en el mando remoto con forma de concha.

El dron está construido de manera sólida. No se pliega tanto como el DJI Mavic Pro (tiene el doble de tamaño) y no parece estar tan bien acabado. Pero sin las aspas y con los brazos doblados cabe en una mochila de tamaño medio. El estabilizador que lleva la cámara se puede desmontar y usar el Karma Grip (monobrazo) para hacer vídeos manuales. El que el Karma Grip venga incluido es una buena noticia pues por separado cuesta 359,99 euros.

GoPro Karma

GoPro Karma: Prestaciones y calidad de vídeo

El dron Karma es elegante y ha sido bien diseñado. Se trata de un dispositivo pensado desde el principio como una unidad (dispositivo volador y cámara). No es simplemente una máquina voladora a la que se le ha pegado una cámara. Pero en lo que se refiere al vuelo hay todavía mucho por hacer.

No tiene la cámara que mira hacia abajo ni los sensores que permiten a los mejores drones de DJI mantenerse estables en el aire, lo que viene muy bien para utilizarlos en interiores. Tampoco cuenta con un sistema para evitar objetos ni capacidad de seguimiento. El Karma no te puede seguir mientras montas en bici o corres por el campo. La mayor parte del tiempo hay que volar de forma manual.

La batería dura poco en comparación con la del Mavic Pro (20 minutos frente a los 27 del Mavic Pro). La autonomía es también más corta (un km frente a los siete que es capaz de alcanzar el Mavic Pro). No se me ocurre para qué sería necesario una distancia de siete km pero la posibilidad está ahí por si la necesitásemos. El dron Karma, en comparación, es un dispositivo volador más limitado y sólo tiene preseleccionado unos pocos movimientos de cámara.

GoPro Karma

Una vez que el dron Karma está en el aire queda patente la falta de sensores. Una simple brisa es capaz de moverlo, incluso cuando las condiciones son tranquilas se muestra nervioso. Le falta la precisión de respuesta que sí tiene el Mavic Pro y su velocidad máxima en modo Sport (56 km/h) es inferior a la de su rival (64 km/h).

La gran ventaja del dron Karma es que funciona como una seda con la cámara Hero 5 (y la Hero 4 gracias a un adaptador opcional). Así es posible capturar increíbles vídeos en 4K hasta 30 fps además de 1.440 p hasta 80 fps o 1.080 p hasta 120 fps.

En mis pruebas la cámara grabó increíbles imágenes incluso cuando el dron volaba de forma nerviosa. Las avanzadas opciones de la Hero 5 se pueden controlar desde el panel táctil del mando remoto del dron Karma, lo que permite producir vídeos de calidad profesional. Otro detalle importante es que el Karma Grip (estabilizador) viene incluido y graba unas imágenes de gran nitidez, por mucho que te tiemble el pulso.

Karma Grip

Si te decides por el paquete completo, incluyendo la cámara Hero 5 (400 euros) tienes un gran material por el dinero invertido. La pena es que no se obtiene lo último en tecnología de cuadricópteros por lo que la experiencia de vuelo es mejorable. Un detalle que no es baladí pues conseguir el encuadre ideal es casi más importante que la calidad de imagen. Yo me decantaría por el Mavic Pro (1.199 euros) pues es el dispositivo que ofrece la mejor tecnología para drones.

Si te ha gustado esta noticia y quieres más, date de alta en nuestra newsletter: