Lenovo Yoga Book: primer contacto con el revolucionario híbrido con teclado Halo

¿Cómo haces un híbrido diferente a todos los demás? Fácil: haz uno cuyo teclado sirva también como una hoja de papel en blanco. Sí, has leído bien, una hoja en blanco. Saluda al nuevo Lenovo Yoga Book.

Han tardado tres años en su desarrollo, lo que parece ser el tiempo más largo que Lenovo ha tardado nunca en terminar el diseño de un producto, y han pasado ya seis meses desde que lo vi por última vez en directo, durante una demostración a puerta cerrada de la marca. Pero ha merecido la pena esperar.

De entrada es ligerísimo: con 690 gramos el Yoga Book pesa 20 gramos menos que un iPad Pro. Es una delicia sujetarlo, tocarlo, verlo en la mano, y su fino chasis de aleación magnesio-aluminio con sólo 9,6 mm de espesor, que se van afinando y llegan a solo 4,05 mm en la zona de la pantalla. Es precioso. Pero supongo que esto no te importa mucho, supongo que quieres saber de qué va eso del teclado, eso de que es como una hoja de papel en blanco… Bueno no es exactamente así.

Prueba del Lenovo Yoga Book

Lenovo Yoga Book

Lenovo lo llama Instant Halo Keyboard, que no es la forma más poética de describirlo. Lo que Lenovo ha hecho es eliminar las teclas físicas y reemplazarlas por un teclado virtual, retroiluminado, táctil, que puede oficiar también de tableta de dibujo o escritura, un poco como la tableta Wacom Bamboo Spark (usa resonancia electromagnética o EMR). Un toque con el lápiz en la esquina superior y cambias de un modo a otro, así que puedes escribir, dibujar, escribir notas… lo que quieras, en un momento.

Es muy inteligente pero, como puedes imaginar, cualquiera que esté acostumbrado a un teclado físico tardará en coger práctica con esto. Tiene algo de retroalimentación, es decir sientes “algo” en el dedo cuando la tecla se da por pulsada, y en este sentido es un enorme paso adelante respecto al teclado Touch Cover de la Microsoft Surface Pro 4, pero en mi breve tiempo de contacto con el dispositivo cometí bastantes errores tecleando. Intentar teclear en una sala abierta de una feria con gente alrededor tampoco es que sea la prueba definitiva, pero está por ver lo cómodo que se siente uno tecleando sobre esa superficie, y sobre todo si de verdad será eficaz cuando tengas que teclear bastante, de forma productiva, sobre un teclado de pantalla que es de lo que en definitiva se trata.

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