MacBook Pro: es mejor máquina, pero también mucho más cara
Por fin el MacBook Pro 2016 ha llegado a la oficina y lo cierto es que me he desinflado. No porque sea un portátil decepcionante o por el hecho de ser bastante más caro que su predecesor, ni siquiera porque le falten algunos puertos o conexiones (ampliaré esto más adelante), sino porque Apple nos ha mandado el MacBook Pro estándar , ya sabes, el que no tiene Touch Bar, que es precisamente la funcionalidad más interesante del modelo nuevo.
Así que, por desgracia, sobre la barra táctil te tendrás que quedar con mis primeras impresiones en la presentación, que fueron muy positivas.
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Prueba del MacBook Pro: los puntos básicos
Para mucha gente la versión que tengo ante mis ojos con la tradicional fila de botones de función será suficiente. De hecho, los desarrolladores informáticos que las utilizan mucho es probable que prefieran la versión con teclas físicas, por eso es chocante que la versión sin Touch Bar solo se ofrezca con el procesador más lento de la gama.
El Macbook Pro se aprovecha de todas las mejoras internas que puedas esperar y alguna que otra que te dejará la boca abierta. Por un lado, la sexta generación de procesadores Intel Core i7, desde 8 GB de RAM, tarjeta gráfica ATI Radeon Pro de 2 GB y hasta 2TB de almacenamiento en estado sólido SSD. Apple asegura que la nueva bestia es un 50% más rápida que su predecesora y que la versión de 15 pulgadas vendrá con 16 GB de RAM. Los altavoces han sido actualizados, aunque en la abarrotada demo room donde lo he probado a penas podía escucharlos, así que tendremos que fiarnos de Apple por ahora.
Pero lo que hace novedoso al MacBook Pro no es precisamente lo que lleva dentro. Como contrapartida, hay cuatro áreas que lo definen: su delgadez, el teclado y el trackpad, la pantalla y la novísima barra táctil (Touch Bar).
Prueba del MacBook Pro: más fino, ligero, rápido y brillante
Estamos, sin duda, ante el MacBook más fino y ligero que Apple haya fabricado nunca, con la versión de 13 pulgadas en 1.360 gramos, igual que un Macbook Air de 13″. Si piensas que es impresionante, considera que es todavía más delgado que un MacBook Air, al menos en el extremo más fino. Por supuesto no es tan afilado como el el MacBook Air, pero es muy delgado.
Y por supuesto esto no significa ningún sacrificio en su velocidad. El MacBook Pro que nos enviaron es la versión básica, con procesador de doble núcleo de 2GHy Intel Core i5 6360U que con Turbo Boost llega a los 3,1 GHz, con gráfica Iris Graphics 540 y 8 GB de RAM, con memoria de almacenamiento sólido de 256 GB SSD. Se muestra tan ágil como el MacBook Pro «vintage» de 2015 que tengo sobre mi mesa en la oficina.
Aunque si quieres el procesador más rápido tendrás que pasarte a la versión con Touch Bar, la que no lo lleva puede ser mejorada con 16 GB de RAM y disco duro de 512 GB o 1 TB SSD. Si quieres gráficos más rápidos ya tienes que irte a la versión de 15″, que puede llegar a los 2 TB SSD de almacenamiento. En esta versión la memoria RAM estándar es de 16 GB.
A pesar de que la mejora en nuestras pruebas de velocidad es ligera, solo 2 puntos de media, lo cierto es que la nueva generación es mejor en todo que el modelo 2015 (mira las puntuaciones en el gráfico de arriba), sobre todo en el trabajo multitarea. Así que todo parece indicar que el MacBook Pro va a seguir siendo el rey de los portátiles por ahora.
La mítica duración de la batería del MacBook Pro no sufre, de hecho, en nuestra prueba de reproducción de vídeo duró nada menos que 9 horas y 50 min con la configuración de la pantalla en 170cd/m2.
Sin embargo, la mayor mejora se nota en el disco SSD, al usar cuatro PCI Express 3 obtiene prácticamente el doble de ancho de banda que la generación previa, lo que resulta en una velocidad de lectura y escritura sobresaliente, de 6,2 GB/seg y 1,4 GB/seg respectivamente. Algo realmente increíble y que pone al nuevo MacBook Pro por delante de cualquiera de sus rivales, asegurándote que ya no tendrás que esperar mucho por culpa de una aplicación gorda o una imagen o vídeo pesados.
Los altavoces también han sido mejorados y ahora los encontramos a ambos lados del teclado. Según Apple se ha mejorado el rango dinámico, cosa que es difícil de comprobar para un simple mortal. Sin embargo, la calidad del sonido sí es claramente mejor, el audio es más claro, más sólido y más envolvente.
Una cosa que sí puedo decir es que la pantalla es una verdadera pasada. Un 67% más brillante y un contraste mejorado también en un 67% y muestra una paleta de colores un 25% mayor. Puede que desearas también una mejora del 67% también en la cantidad de colores, pero aun así, se ve increíble. El brillo alcanza los 512 cd/m2 y el contraste es también excepcional con 1.426:1. El resultado de todo esto es que los objetos se ven más ricos y llenos de color.
Prueba del MacBook Pro: teclado, trackpad y conexiones
El teclado del MacBook con mecanismo de mariposa no es para todos los paladares, así que ya el hecho de que Apple lo haya utilizado en el MacBook Pro puede que traiga cierta controversia. Si eres escéptico, te pido que le des una oportunidad. Personalmente no me desagrada el recorrido más corto (te acostumbras enseguida) y, por supuesto, lo que tienes a cambio es una máquina más fina. La diferencia es que en la versión de 15 pulgadas las teclas son grandes. Tranquilo que las verás… El recorrido de las teclas es mejor en el MacBook Pro que en el MacBook a secas, al menos la percepción, con lo que el número de erratas se minimiza.
El trackpad de mayor tamaño parece que es algo que gusta a todos. Ocupa el doble de espacio en el MacBook Pro de 15″ y un 46% más grande en el de 13 pulgadas. El hecho de que Apple ha seguido siempre el camino de hacer los trackpads más grandes, esto no nos pilla de sorpresa… ¡Y el trackpad es de gran calidad! Incorpora la tecnología háptica, con ese clic no mecánico que tanto le ha gustado a los dueños del iPhone 7, y la detección intuitiva de gestos multipunto.
Al principio me daba miedo que con un trackpad tan grande estuviera constantemente el cursor dando saltos, pues ocupa el 44% de la superficie de apoyo de las muñecas para teclear y se sitúa a escasos 4 mm de la barra espaciadora. Quizás precisamente por esto, la opción de clic al tocar el trackpad está deshabilitada. Aunque incluso habilitándola las incidencias de saltos con el cursor fueron mínimas.
No hay ningunaforma positiva de valorar la principal carencia de este nuevo MacBook Pro: la escasez de puertos. Me encanta poder conectar rápidamente un cable HDMI, dos conectores USB 3 y un par de Thunderbolt periféricos a mi actual MacBook Pro sin tener que comprar adaptadores externos. El nuevo portátil profesional de Apple tira casi todo esto por la borda. De hecho, el MacBook Pro 13″ que hemos probado solo tiene un par de USB-C en el lateral izquierdo, por lo que si quieres conectarle algún aparato externo mientras lo estás cargando tendrás que rascarte el bolsillo.
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