¿Una venganza rusa tras los vetos por dopaje de sus atletas a las olimpiadas?
Un grupo de hackers ruso que se hace llamar “Fancy Bears” (Osos Molones) entró en la agencia mundial anti-doping (WADA, World Anti-Doping Agency) y ha filtrado información confidencial médica acerca de algunos deportistas olímpicos de Estados Unidos.
El grupo ha publicado archivos de cuatro atletas mujeres: la gimnasta Simone Biles, las jugadoras de tenis Venus y Serena Williams, y la jugadora de baloncesto Elena Delle Donne. Se filtraron los detalles de las así llamadas “exenciones de uso terapéutico” de ellas, para destacar el uso de algunas sustancias prohibidas que excepcionalmente sí se permite tomar cuando hay una justificación médica.
Tras la filtración de los hackers rusos, la federación de gimnasia de EE.UU publicó un comunicado afirmando que Simone Biles ya había completado las gestiones necesarias y que no había incurrido en ninguna violación de las normas anti-doping. La misma Biles posteó unas declaraciones en Twitter, explicando que ella viene tomando una determinada medicina para su trastorno por déficit de atención por hiperactividad (ADHD) desde que es una niña.
— Simone Biles (@Simone_Biles) September 13, 2016
El director general de la Agencia WADA, Olivier Niggli, ha declarado: “condenamos este tipo de ataques cibernéticos porque lo único que buscan es minar la confianza en la agencia y en el sistema global en contra del dopaje”.
“La WADA ha sido informada por las autoridades legales que estos ataques proceden de Rusia. Queremos dejar claro que estos actos criminales comprometen en gran medida el esfuerzo de la comunidad global anti-dopaje en restablecer la confianza perdida en Rusia, más allá de los resultados de la investigación independiente que la Agencia encargó a McLaren en su momento”.
Recordemos que Rusia se enfrentó a pocas semanas de los Juegos de Río a muchas acusaciones de dopaje instigado desde el mismo Gobierno. Aunque no se le prohibió al equipo olímpico ruso completo participar, sí fueron vetados muchos de sus equipos en algunos deportes, y de hecho en los juegos paralímpicos el equipo ruso no pudo participar.
Visto todo esto, no hay que ser muy listo para interpretar los actos de los hackers rusos como un intento claro de bombardear tanto al equipo olímpico americano como al sistema olímpico anti-dopaje al completo.
Según estos hackers rusos llamados Fancy Bears, “tras un detallado estudio de los archivos hackeados de la Agencia WADA, suponemos que docenas de atletas americanos habrán dado positivo. Algunos medallistas olímpicos en Río han estado usando sistemáticamente fármacos fuertes e ilegales, justificándolo con certificados médicos que aprueban su uso terapéutico. En otras palabras, estos atletas consiguieron permiso para doparse. Esto es otra evidencia que la WADA y los departamentos médicos y científicos del COI están corruptos y mienten”.
La agencia americana anti-dopaje (USADA) ha declarado a través de su director Travis Tygart que es “impensable” para su grupo el “obtener ilegalmente información médica en un intento de estropear la imagen de los atletas para intentar demostrar que han hecho algo ilegal”.
“De hecho, en cada una de las situaciones expuestas, el atleta ha actuado haciéndolo todo bien, siguiendo las normas globales para conseguir el permiso necesario para la medicación que necesitaba”, añadió.