¿Cómo alargar la vida de tu batería del móvil o portátil? Trucos y mitos
Desde hace algunos años, todos los móviles, tabletas y portátiles usan baterías de Litio. Esta química tiene muchas ventajas: son baterías ligeras y con gran “densidad energética” (mucha carga en poco espacio), y no tienen “efecto memoria” (las antiguas de Níquel necesitaban descargarse del todo antes de cargar o perdían capacidad progresivamente). Pero, aun así, las baterías de Litio no son perfectas: también sufren cierto desgaste a largo plazo (pierden capacidad de carga aunque muy despacio) y son sensibles a ciertos factores como la temperatura de uso o almacenamiento, el nivel de descarga máxima que aceptan, o su ya bien conocida tendencia a descomponerse, volverse inestables y arder o explotar. Así que te vamos a contar cómo puedes alargar la vida de tu batería del móvil, portátil o tableta.
Las baterías de Litio son víctimas de sus propias cualidades: su larga duración ha animado a algunos fabricantes a dejarlas encerradas en sus dispositivos, porque la batería puede tener una vida más longeva de lo que el dispositivo se mantiene en el mercado o “vigente”. Por eso es importante cuidarlas, porque no todos pensamos cambiar de móvil o tableta con tanta frecuencia como al fabricante le gustaría…
Alargar la vida de tu batería: Litio al poder
Veamos antes de nada qué características tienen las baterías que usan nuestros dispositivos portátiles. Como ya hemos señalado, destacan por su ligereza y capacidad de carga, pero también necesitan ciertos cuidados.
Las baterías de Litio pueden recargarse centenares, incluso miles de veces sin problema. No necesitan hacer ciclos completos, es decir, no necesitan agotarse hasta el 10 por ciento o menos, ni necesitan ponerse a cargar necesariamente hasta el 100 por ciento. Pueden descargarse hasta un 30 o 50 por ciento y ponerse a cargar, y la carga puede llegar hasta un 70 o 80 por ciento antes de detenerla, también sin problema.
Algo que debemos tener claro también es que los dispositivos actuales montan baterías “inteligentes”, es decir, que las baterías esconden en su interior (o en el dispositivo que las contiene) un “chip” que controla su funcionamiento. Así por ejemplo, cuando el móvil nos dice que la batería está al 5 por ciento, realmente no es así: está al 5 por ciento de la capacidad que su “chip” nos permite usar de ella, que suele ser en torno al 80 o 90 por ciento de la capacidad real de la batería en sí. Si el móvil indica “5%” seguramente estaremos al 15 o 20% de dejarla del todo descargada, aunque esos márgenes dependen de cada fabricante. Igualmente, al cargarla a tope el “chip” comprueba la temperatura y corta la carga si ésta sube demasiado: ése chip es el que no funcionaba bien (o su calibración no se correspondía bien con algunas baterías) en el “infame” Samsung Galaxy Note 7 como puedes imaginar…
Las baterías de Litio ‘odian’ el calor y las descargas profundas: apártalas del sol y no dejes que bajen a menos del 10 por ciento.
Las dos cosas que “odian” las baterías de Litio son las altas temperaturas (de trabajo o almacenamiento) y las descargas profundas: evita que baje del 10-15 por ciento indicado, mejor aún si puedes tenerla siempre por encima del 20. Para lo primero (calor) es necesario evitar tener el móvil o tableta al sol, y menos en verano: varias exposiciones a más de 50 grados (al sol se alcanzan mayores temperaturas aún) reducirán la vida de la batería a largo plazo notablemente. Tampoco es buena idea dejar el móvil sobre superficies cálidas en la oficina o en casa, ni usar el portátil donde no se refrigere bien, como sobre la cama o encima de superficies blandas que puedan obstruir la ventilación.
Sigue leyendo: Alargar la vida de tu batería: no la cargues al 100%