El Apple Watch pierde el apoyo de las apps de grandes compañías
Cuando se lanzó el Apple Watch uno de sus mayores atractivos fue la cantidad de apps que iba a tener a su disposición. Sin duda la App Store ha sido una de las razones del incuestionable éxito del iPhone. Por el mismo motivo se esperaba que el Apple Watch iba a provocar una revolución en los “wearables” (los dispositivos “ponibles”). Ahora hay una nueva tendencia pues el Apple Watch pierde el apoyo de las apps de grandes compañías.
Pues parece que la revolución de los “wearables” no acaba de despegar. Ello no quita que el Apple Watch sea de largo el dispositivo “ponible” más vendido del mundo pero se trata de un mercado no muy grande que además no está creciendo mucho. Quizá lo peor de todo es que parece que algunas grandes compañías están retirando su apoyo al Apple Watch.
o el soporte de sus apps de iOS para el Apple Watch.
No creo que mucha gente se queje porque ya no puede hacer compras en Amazon utilizando un reloj de pulsera pero no ver una notificación cuando estás pujando en eBay puede que te haga menos gracia.
¿Qué significa todo esto? Bueno, la explicación más plausible es que nadie (o muy poca gente) está utilizando estas funcionalidades, por lo que no tiene mucho sentido invertir tiempo y dinero manteniendo actualizadas esas apps para el Apple Watch.
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Hay que dejar meridianamente claro que esto no significa que el Apple Watch no sea un dispositivo atractivo. Lo único que ocurre es que la utilización que Apple esperaba de su reloj inteligente no se ha materializado en la realidad. Al igual que ha ocurrido con Facebook y la realidad virtual, la inmensa mayoría de la gente usa la tecnología de una manera más básica de lo que le habría gustado a los innovadores.
Parece que a los creadores de las apps no les ha quedado más remedio que rebajar sus expectativas y aceptar que el uso que realmente el público hace de estos servicios es mucho más limitado del esperado. Para la inmensa mayoría de los mortales la tecnología es simplemente un medio y no un fin en sí mismo. No es la respuesta a todo ni el epicentro alrededor del cual gira la vida.
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