Esta esfera te permite cargar el teléfono con movimientos del cuerpo
A sus 19 años ha inventado un cargador de teléfono que se alimenta de la energía generada por el cuerpo humano.
El adolescente bielorruso Michael Vaga ha desarrollado un generador de electricidad de bolsillo, que utiliza un giroscopio incorporado que produce energía para mantener encendidos sus gadgets. Llamado HandEnergy, el dispositivo portátil se sostiene en la mano y se gira para generar energía, que puede ser utilizada de inmediato o almacenanda para su uso posterior.
“Con cada rotación de su mano, la velocidad del rotor aumenta significativamente y genera más potencia. La velocidad promedia del rotor es de 5.000 rpm”, dijo Vaga a The Telegraph. “Traducimos la energía mecánica que tu generas a energía eléctrica, y esto significa que puedes cargar tu dispositivo”.
Vaga dirigió una exitosa campaña de Kickstarter para HandEnergy, logrando recaudar 71.333 € (£ 60.415) para financiar su cargador de energía limpia. Ahora, se prepara para lanzar el dispositivo en marzo de 2017.
La vida de la batería es un problema duradero para una sociedad que vive alrededor de dispositivos electrónicos, aunque Vaga está lanzando su invento como respaldo de emergencia en lugar de un reemplazo para enchufes estándar y bancos de energía. El dispositivo tiene una batería con capacidad de 1.000 mAh, y supuestamente tarda entre 40 minutos y una hora para cargarla girándola, un 30% menos que un cargador convencional. La batería de tu teléfono inteligente tiene un promedio de poco menos de 3.000 mAh, por lo que estarías girando la muñeca unas cuantas horas hasta obtener el 100% de la carga.
Sin embargo, para aquellos que viajan fuera al aire libre, o aquellos que no tienen a mano una fuente de energía, HandEnergy parece ser un recurso útil. Un vídeo promocional del dispositivo menciona cómo podría ser utilizado para aquellos que viven en áreas con acceso limitado a una red eléctrica, aunque el precio al por menor esperado de 99 € tendrá que bajar antes de convertirse en una herramienta práctica para los refugiados o en las zonas del mundo en desarrollo.
También hay un beneficio añadido en el ejercicio de la muñeca para alimentar el cargador, aunque podría tomar un tiempo acostumbrarse a legiones de viajeros girando esferas en el London Bridge.
