¿Hackearon los rusos las elecciones presidenciales americanas?

Quiero hablar sobre un tema peliagudo: ¿Intenta Rusia influir en las elecciones de Occidente por medio de hackers? El ejemplo más claro ha sido durante la últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Internet nos ha cambiado la vida. Si ha sido para bien o para mal lo dejo a tu juicio. Como diría el siempre recordado Umberto Eco: ¿eres un apocalíptico o un integrado? La mayoría estaremos de acuerdo con que internet ha traído (como casi cualquier innovación) aspectos positivos y negativos.

 

Ciberataques

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Ciberataques

 

La USIC (United States Intelligence Community – Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos) emitió un comunicado en que decía que “estaban seguros de que el gobierno ruso ha obtenido correos electrónicos de personas, instituciones y organizaciones estadounidenses. Mostrar esos correos en páginas como WikiLeaks es un ejemplo típico de los métodos y las intenciones rusas. Estos robos y su consiguiente exposición han sido diseñados para interferir en el proceso electoral de EE.UU. Este tipo de actividad no es algo nuevo para Moscú pues los rusos han empleado tácticas similares en Europa y en Eurasia, por ejemplo para influir en la opinión pública. Teniendo en cuenta la magnitud de estos esfuerzos creemos que sólo los rusos de mayor rango pueden haber autorizado estas actividades”.

El gobierno ruso negó categóricamente que tuviese nada que ver con las elecciones de EE.UU. Sergei Lavrov, el ministro ruso de asuntos exteriores, y Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, rechazaron de plano la acusación. Este último le dijo al gobierno estadounidense que presentase pruebas fehacientes o de lo contrario dejase de acusar a Rusia. Vladimir Putin habló de “histeria” americana y echó la culpa al partido demócrata que según él estaba usando a su país como cabeza de turco por haber perdido las elecciones. Meses más tarde Putin aseguró que los “hackers” podrían haber sido “rusos con sentimientos patrióticos. Los ‘hackers’ son como artistas, están guiados por un impulso patriótico. Piensan que es su manera de contribuir y esto es algo aceptable desde su punto de vista. Quieren luchar contra aquellos que dicen malas cosas de Rusia. Nuestro gobierno no tiene ninguna relación con los “hackers”. La identidad de los culpables no es tan importante como la información que han revelado las filtraciones. Los ‘hackers’ han sacado a la luz informaciones importantes para los votantes”, remató el líder ruso.

Para complicar todavía más la supuesta influencia de Rusia en las elecciones estadounidenses no se puede pasar por alto la reunión de Donald Trump Jr. con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya y varias personas más. La cita había sido preparada por el británico Rob Goldstone quien había enviado un correo electrónico al hijo mayor del presidente de Estados Unidos en el que escribía que: El fiscal general de Rusia ofrece a la campaña de Trump documentos oficiales e información comprometedora sobre Hillary (Clinton) y sus asuntos con Rusia que sería muy útil para tu padre. Esta información es muy sensible y de primer nivel. Es parte del apoyo de Rusia y su gobierno al señor Trump”. Menos de 20 minutos después de recibir este correo Trump Jr. respondió: “Si es lo que tú dices, me encanta, sobre todo ahora al final del verano” (recordemos que esto fue antes de la elecciones).

El FBI ha determinado que un grupo de “hackers” conocidos como “los Dukes” han robado material informático de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y del Estado Mayor. Antes de las elecciones también atacaron los servidores del Comité Nacional del Partido Demócrata. El robo de los correos en el cuartel general de los demócratas parece que fue el primer paso de una estrategia por parte de Rusia para favorecer a Donald Trump frente a Hillary Clinton.

 

Muy pocos observadores sostienen que Trump ganó las elecciones simplemente por los ataques rusos a Hillary Cliton. La candidata demócrata tenía muchos puntos débiles, sobre todo que una buena parte del electorado no se fiaba de ella y la asociaba a “la casta” política (si se nos permite el lenguaje populista). Clinton además había tratado de forma descuidada material clasificado, lo que le criticó el entonces director del FBI (James Comey) antes de la elecciones.

La Oficina del Director de la Inteligencia Nacional publicó un informe sobre el ciberespionaje durante la campaña presidencial de EE.UU. El resultado del estudio fue que los “hackers” no accedieron a las máquinas de votación o a los ordenadores que computaron los resultados pero sí quedó establecido que los rusos manipularon de otras maneras. Entre lo que se descubrió fue que Putin había ordenado una campaña en varios frentes (podríamos decir que multidisciplinar) que incluía propaganda pro Trump y en contra de Hillary Clinton. Numerosos “trolls” (usuarios de redes sociales que cobran por ello) se dedicaron a compartir noticias que mezclaban a Clinton y a su campaña con escándalos.

El ciberespionaje y la ciberguerra no ha hecho más que comenzar. A medida que internet va teniendo más protagonismo en nuestras vidas y en la de los países, los ataques a las instituciones por medios informáticos se incrementarán.

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