Pip, una Nintendo Switch para jóvenes programadores
Es probable que estos Black Friday y Cyber Monday no consigas una ganga de Nintendo Switch, y seguramente el gigante japonés no querrá acortar distancias con sus accionistas. Aún así, si no puedes jugar a Mario Odissey, siempre puedes crear tu propia versión, y con Pip estarás jugando con algo que no parece estar a un millón de kilómetros de la Switch.
¿Qué es Pip?
Pip es una especie de consola portátil, que al igual que Nintendo Switch, permite que los jugadores puedan disfrutar de sus videojuegos en cualquier sitio, separando incluso sus controles a los lados de la pantalla. Pero su objetivo es bien distinto. Pip se basa en un estándar abierto de Raspberry Pi, pues busca que los usuarios más jóvenes, puedan programar, aprender rutinas y código abierto, y además, jugar a sus propios videojuegos.
La máquina usa una Raspberry Pi Compute Module 3 Lite, una batería estándar de smartphone -para otorgarle portabilidad-, una pantalla de 800×480 píxeles completamente táctil, un puerto y salida HDMI y un par de USB. Puede parecer que no es algo especialmente deslumbrante en lo técnico, pero tampoco lo busca. Lo importante viene auspiciado por el software.
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En su interior encontramos una herramienta de programación propia llamada Curiosity, que permite conectar por WiFi la consola a ordenadores y ahí, elaborar nuestros propios juegos. La máquina soporta Pyton, Lua y Google Blockly, así como PHP. Sus creadores defienden que Pip tiene una serie de herramientas únicas, que buscan guiar y ayudar al usuario, así como muchísimos módulos que ofrecerán desde emulación a control de dispositivos externos en forma de impresoras 3D o cámaras web.
¿Por qué debería importarme?
Si tienes hijos a los que deseas inspirar en una vida de codificación, entonces esto parece una inversión sólida. A diferencia de otros juguetes educativos de codificación, como el robot de baile Ubtech, o el Sphero SPRK+, esto es bastante ilimitado y te permite codificar en todo tipo de lenguajes, desde HTML y CSS hasta Javascript y Python. Es un Raspberry Pi, así que puedes incluso utilizarlo para jugar a Minecraft si lo prefieres.
¿Hay algo más como Pip ahí fuera?
Bueno, está el básico Raspberry Pi. Puedes comprar el último modelo, una Raspberry Pi 3 por tan solo 33,5 euros, pero tendrás que conectarlo a sus propios periféricos. Los juguetes educativos para codificar son razonablemente comunes. Nuestra elección es el Sphero SPRK+, que cuesta alrededor de 110 euros, pero es mucho menos versátil que el Pip, y solo enseñará la lógica detrás de la codificación en lugar de un lenguaje específico.
¿Cuán arriesgado es apoyar a Pip?
Como siempre con la financiación colectiva, no existe tal cosa con un producto garantizado. El resultado final puede no ser lo que se promete, puede que nunca vea la luz del día o puede decepcionar de otra manera. Solo para lo que puedas permitirte perder.
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En el caso de Pip, lo primero que hay que decir es que está muy cerca de alcanzar su objetivo de financiación. Con casi tres semanas por delante, solo le faltan 4.500 euros para alcanzar su objetivo de 33.500 euros. Cualquier cosa que vaya más allá de eso es una muy buena señal. También ayuda a que este es un producto con un prototipo en funcionamiento, que se basa en la tecnología Raspberry Pi. El respaldo personal de Eben Upton es otro fuerte indicador de un producto que cumplirá con las expectativas.
Pip se lanzará en agosto de 2018 por un precio de 197 euros si decidimos apoyar su Kickstarter, que tenéis aquí.
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