Proyecto Ara: Google desmonta su móvil modular
Hace unos meses, Google prometió que pronto veríamos una versión de desarrollo de su móvil modular, el conocido como Proyecto Ara, y que una primera versión definitiva para el mercado de consumo llegaría en 2017. Pues bien, según algunas declaraciones de personas internas a la agencia Reuters, eso no va a pasar: Google habría decidido poner fin a este proyecto que lleva tiempo en su desarrollo, para centrarse en cosas más productivas. Bueno la declaración oficial supongo que será un poco más formal, del tipo “Google ha abandonado ese proyecto como parte de un amplio impulso para concentrar los esfuerzos de la compañía en cuanto a hardware”…
Esperamos confirmación oficial inminente del fin del Proyecto Ara
Como decimos esto todavía no tiene confirmación oficial («un portavoz de Google ha declinado hacer ningún comentario sobre ello», según Reuters) pero la verdad es que es muy creíble. Durante los últimos dos años aquella ambiciosa idea de que cualquier elemento de tu móvil pudiera ser desmontable y, por lo tanto, pudieras mejorarlo paso a paso, pasó de ser una idea revolucionaria a algo curioso solamente. Incluso desde el punto de vista ecológico, que en principio era muy interesante al eliminar el habitual cambio cada (en promedio) dos años de terminal, la cosa ya decepcionó cuando Google reconoció que algunas partes del móvil modular no podrían reemplazarse: nada menos que el chip gráfico, el procesador principal ni la pantalla. Así que, tal como iban las cosas, no nos resultaría nada sorprendente que Google hubiera decidido poner punto final definitivo a esa idea, que podría haber acabado siendo solamente un móvil más al que podrías cambiar la carcasa de color…
Otras marcas sí apuestan por los teléfonos modulares
Pero aunque Google tire la toalla en cuanto a la fabricación de móviles modulares, esto no significa que otros desarrollen esta idea. De hecho del mismo modo que se filtró la noticia de que lo dejaban, también lo hizo que podrían pensar en licenciar la idea a otros fabricantes, aunque en este momento es difícil imaginar quién se apuntaría. Si Google, con sus miles de millones de dólares de presupuesto y enormes recursos humanos, ha decidido que no merecía la pena seguir por ese camino, hay que ser muy valiente para decir que lo vas a intentar tú.
De momento, lo más cerca que estamos de un teléfono modular es algo como el LG G5, que hemos probado a fondo y que es posible comprar por unos 400 euros y que tiene un módulo de cámara y otro de audio, o el Fairphone 2, que te permite cambiarle la pantalla en un minuto. Google, parece, no se unirá a este tipo de smartphones modulares, pese a sus promesas de ser el pionero en este camino con el ahora aparentemente abandonado Proyecto Ara.