Tu smartphone podría ser el culpable de tu mal humor

Frustrarme con mi iPhone se está convirtiendo en algo habitual, y no es porque sea un teléfono malo o porque la vida de la batería se desplome como una roca (aunque ciertamente no ayuda). Resulta que no estoy solo: un nuevo artículo de la Universidad de Nottingham Trent sugiere que un tercio de las notificaciones podrían tener un impacto negativo en nuestro estado de ánimo.

Los investigadores indagaron el efecto que las notificaciones móviles tenían en el estado de ánimo. El estudio involucró a 50 participantes que recibieron miles de alertas durante un período de cinco semanas. Con más de medio millón de notificaciones, el 32% resultó ser emociones negativas que provocaron que los usuarios se sintieran hostiles, molestos, nerviosos, asustados o avergonzados.

Para medir esto, los investigadores crearon una aplicación llamada NotiMind. La aplicación recolectó datos relativos a las notificaciones del teléfono, así como a los estados de ánimo auto informados de los participantes en diversos momentos del día.

No es sorprendente que los investigadores descubrieran que las notificaciones relacionadas con el trabajo –especialmente las que llegan a granel- tenían un efecto negativo en el estado de ánimo. Pero lo que es más preocupante, las notificaciones relacionadas con actividades no humanas como las actualizaciones generales del teléfono o la disponibilidad de Wifi parecieron tener el impacto más fuerte y peor en el estado de ánimo de los usuarios, sugiriendo que los teléfonos en sí mismos podrían ser ligeramente perjudiciales para nuestro bienestar.

Tu smartphone podría ser el culpable de tu mal humor

Pero no todo eran malas noticias: los participantes parecían responder positivamente a la recepción de mensajes de amigos, especialmente de los que creaban un sentimiento de pertenencia a un grupo social.

Estas alertas digitales interrumpen continuamente nuestras actividades a través de llamadas de atención instantáneas”, dice el Dr. Eiman Kanjo, autor del estudio. “Mientras que las notificaciones mejoran la conveniencia de nuestra vida, necesitamos entender mejor el impacto que su uso obsesivo tiene en nuestro bienestar”.

La gente suele responder rápidamente, si no inmediatamente, a las notificaciones, lo que las hace especialmente perturbadoras. Nuestros hallazgos podrían abrir la puerta a una amplia gama de aplicaciones en relación con la conciencia de las emociones en la comunicación social y móvil”, agrega la Dra. Daria Kuss, psicóloga de la Unidad Internacional de Investigación de Juegos de Azar de la Universidad de Nottingham Trent.

Curiosamente, el equipo señala que es posible predecir el estado de ánimo de los usuarios en función de la información que reciben basada en notificaciones. En el futuro, esta información podría utilizarse para personalizar las notificaciones del sistema, de modo que se enviaran menos notificaciones cuando alguien se sintiera mal o aumentara la cantidad de notificaciones basadas en el entretenimiento para aumentar el estado de ánimo del usuario.

Una solución más sencilla podría ser desactivar las notificaciones, al menos hasta que esté en un lugar más feliz.

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