Facebook, Google, Twitter y Microsoft se unen contra los contenidos extremistas en Internet
Facebook, Twitter, Microsoft y YouTube (Google) han anunciado una nueva colaboración para combatir el material de extremistas en sus plataformas. Para ello compartirán una base de datos de información sobre material prohibido.
Estas empresas líderes en el campo tecnológico van a crear unas huellas digitales comunes que serán asignadas a los vídeos y a las imágenes de contenidos que promuevan el terrorismo. Lo que podría incluir vídeos para reclutar terroristas o imágenes violentas de acciones terroristas.
El compartir la base de datos significa que cuando una plataforma quite un contenido las demás plataformas pueden emplear las huellas digitales comunes para erradicar el mismo contenido de su sistema, siempre que lo consideren adecuado. Las compañías aseguran haber ya borrado “imágenes y vídeos horribles sobre violencia terrorista”.
En el comunicado se asegura que: “Cada compañía continuará aplicando su propia política y su propia definición de terrorismo a la hora de identificar y erradicar contenido en su propio sistema. Cada compañía continuará con su política de transparencia y revisará las peticiones que reciba del gobierno”.
Esta colaboración viene después de que la Comisión Europea le haya pedido a Facebook, Twitter, YouTube (Google) y Microsoft que se impliquen más para hacer frente a los mensajes de odio que se publican en sus plataformas.
Manipulación de la extrema derecha en Google
Hay algunas evidencias de que algunos de los resultados en las búsquedas de Google han estado manipulados por propagandistas de extrema derecha. El periódico británico “The Observer” publicó un artículo sobre resultados de búsqueda y propaganda de extrema derecha. En el reportaje se decía que, por ejemplo, nueve de cada 10 búsquedas de “son judíos” daban como resultados webs antisemitas. Además la búsqueda de Google sugería la opción “son los judíos malos”.
Después de la publicación de este artículo Google quitó algunos resultados producto de estas búsquedas. “Nuestros resultados de búsqueda reflejan el contenido de todo internet. Esto significa que a veces desagradables resultados pueden aparecer como respuesta a una consulta”, dijo un representante de Google.
Julia Powles, una investigadora en leyes y tecnología de la Universidad de Cambridge, comentó que la reacción de Google era “la clásica respuesta de relaciones públicas” y que ello hacía dudar sobre la manera en la que Google se presenta a sí misma como una entidad independiente.
“Están actuando como si Google fuese un catálogo de fichas, un simple fichero. Pero la realidad es que es mucho más que eso. Pone de manifiesto asuntos muy preocupantes en lo que concierne a la distribución democrática de la información”, remachó Powles.